Catálogo de la muestra celerada en el Museo del Mar de Santa Pola
La exposición de Mario Rodríguez Ruiz en el Museo del Mar de Santa Pola invita a un viaje introspectivo a través de la recontextualización de figuras y símbolos universales. Mediante pinturas, dibujos e impresiones digitales, el pintor explora la complejidad de la experiencia humana y cómo ésta moldea nuestra identidad.
La muestra nos sumerge en una dimensión donde el chivo expiatorio nos lleva a reflexionar sobre la designación de culpables como mecanismo para aliviar tensiones en los grupos humanos. Además, presenta elementos relacionados con los ángeles, y su inquietante dualidad. Y revisa la figura del Minotauro, esa criatura mitad hombre y mitad toro que simboliza las luchas internas, la búsqueda constante de equilibrio y el sentimiento de angustia vital.
Por otro lado, la diosa sin alas Niké Áptera nos recuerda la presión social que a menudo nos limita y nos obliga a sacrificar parte de nuestra esencia para adaptarnos. Y finalmente, Un hilo infinito destaca el papel que los acontecimientos del pasado pueden ejercer en la configuración de identidades en el presente.
En definitiva, mediante esta exposición Rodríguez Ruiz intenta establecer un diálogo con diversos aspectos de la naturaleza humana. De esta forma, las obras se presentan como instrumentos que pueden impulsarnos a descubrir las propias máscaras y a considerar detenidamente los sacrificios que hemos realizado en nuestra vida.